sábado, 27 de septiembre de 2008

Saliva, sudor y sal




Encaja tus caderas en mis caderas
y deja que sean ellas las que bailen la música
al ritmo de nuestros sentidos.

Saboréame sin prisa. Bebámonos despacio.
Derritámonos a fuego lento en esa hoguera
de besos, caricias, saliva, sudor y sal.

Rehtse

2 comentarios:

Óscar dijo...

¡Hola Esther!

Preciosa entrada.

Gracias por pasarte por mi blog y llevar la contraria ;)

Un beso.

Rehtse dijo...

Gracias a ti, Oscar, por pasarte por el mío. ;-D Me alegra q te gustara la entrada, je!

Bss