sábado, 27 de septiembre de 2008

Huir del cuerpo




A veces me gustaría cerrar los ojos y poder flotar. Abandonarme, volar y dejarme llevar.
Para visitar otros parajes, para vagar por otros mundos. Y sin irme tan lejos (y siendo sincera) me gustaría hacerlo para entrar, para ser, en tus pensamientos.

A veces me gustaría cerrar los ojos y poder flotar. Abandonarme, huir del cuerpo. Para disfrazarme de escalofrío y poder estremecerte un instante. Para fundirme en una melodía improvisada de saxofón y acariciarte. Para colgarme de una nube y deslizarme, convertida en gotitas de lluvia, por tu piel.
A veces me gustaría abandonarme. Para despojarme de miedos y hacer lo que en realidad deseo, traspasar la frontera de las formas y adentrarme en tu cuerpo. Y si tú no ansias lo mismo, igual querré abandonarme. Para dejar de ser. Para desvanecerme en la brisa. Para fulminarme en un trueno. Para ser espuma de mar y desaparecer en la arena. Para extinguirme en el último destello de una estrella fugaz que no cumplió su deseo.
Rehtse

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